Geografía

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Historia

Navaconcejo se muestra como un pueblo muy dinámico, la carretera actúa como arteria más importante en cuanto a ubicación de las ofertas de diversión y residencia prestigiada.

La Localidad está enclavada en el corazón del Valle del Jerte. Su urbanismo original responde al típico ejemplo de pueblo-calle, estructura muy compactada en la formación de las manzanas de viviendas de su casco antiguo.

La antigua calle real, larga y paralela al río, se abre al norte con un bello crucero, y a lo largo de su recorrido la flanquean llamativos edificios entramados con solanas muy voladas y pletóricas de flores.

De vez en cuando, surge alguna notable vivienda de cantería, con inscripciones o escudos en la fachada, como la llamada Casa de la Inquisición, sobre la que se narran curiosas leyendas. Dicen los relatos conocidos por los mayores que en el pueblo había una joven nodriza que, chateada para que no introdujera alimentos, nutría furtivamente a su padre, preso de la inquisición, con le leche de sus pechos.

Navaconcejo surge siendo un Concejo Medieval; de ahí su nombre "Navas del Concejo". Durante el Siglo XV acoge a los habitantes del poblado de "Peñahorcada", destruido por una crecida del río Jerte. La despoblación de Peñahorcada le proporcionó la necesaria expansión de sus límites. Poco a poco fue incrementando su demografía, y a finales del siglo XVII compra el título de villazgo, que le proporciona independencia.

Nuestra Señora de la Asunción es la iglesia parroquial de Navaconcejo. Es una obra de mampostería en los muros y cantería en esquinas y soportes, cuya trayectoria puede situarse entre los siglos XVI-XVII. En Navaconcejo se conservan dos ermitas barrocas: la ermita del Stmo Cristo del Valle, siglo XVIII, y la ermita de San Jorge del siglo XVII.

El Cristo del Valle, según hablan las leyendas, era llevado a Tornavacas, pero llegado a Navaconcejo no se pudo continuar camino por medio alguno.